Este método de protección  consiste en aplicar diferentes tipos de productos químicos con el fin  de aumentar la resistencia y la durabilidad de la madera de diversos factores como lo son: el ataque de insectos, hongos, fuego y la intemperie (ya sea del sol o de la lluvia) el producto por aplicar va a depender de lo que se quiera proteger y eso va a depender también del tipo de madera con que se trabaje.  Para aplicar estos productos a la madera se requiere que este seca (menor al 19 % de contenido de humedad) y que la superficie este limpia y va a depender si se quiere proteger del fuego o contra el ataque de los insectos.

Con la ayuda de estos productos se puede lograr que la madera sea un material de larga duración y evitando problemas en la estructura por el deterioro de las piezas por diferentes agentes.